Jean Nicolas Louis Durand

El máximo difusor de la nueva doctrina…

 visage

“Conveniencia y economía son los medios que debe naturalmente emplear el arquitecto, y los criterios que deben regir sus principios, los únicos que nos pueden guiar en el estudio y en el ejercicio de este arte. Para que un edificio sea conveniente, primero es necesario que sea sólido, saludable y cómodo.”

Durand (París, 18 de septiembre de 1760 – Thiais, 31 de diciembre de 1834) fue un arquitecto francés,  teórico  y profesor en la Escuela Politécnica de Paris. Trabajó para Boullée durante algún tiempo, lo cual explica la influencia de éste último en algunos de sus proyectos.

Este arquitecto fue el que más hizo por la difusión de la nueva doctrina, en su obra “Précis des leçons d’architecture” (1802-1805) promulga las normas correspondientes al cambio experimentado, apartándose de Blondel en todos los puntos esenciales.
Este manual se inicia nada más y nada menos que atacando vehementemente dos joyas de la corona del arte clásico-barroco, el Panthéon y  San Pedro de Roma con su plaza, como claro ejemplo de lo que NO hay que hacer.
Este libro tiene como objetivo enseñar a los estudiantes un método de proyección totalmente sistematizado que fija una trama cuadrada como base para colocar los muros y los elementos de carga, que pueden combinarse en ordenados ensamblajes, a semejanza de un juego de construcción. Para construir un edifico ya sea en planta y alzados lo primero es comenzar por dibujar sus ejes en forma de cruz, entrelazando los ejes de forma sistemática y seguidamente creando los pilares y pasillos lo cual garantizaba la estabilidad. Marcó las bases de la manera actual de proyectar;  la división regular del rectángulo y el sistema de coordenadas perpendiculares.
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Jean-Nicolas-Louis Durand, “Horizontal Combinations,”

Para Durand, la utilidad social es la primera finalidad de la arquitectura. La conveniencia de todo edificio así como la economía de la figura del proyecto y su construcción deben estar sujetos a este principio. La conveniencia incluye la estabilidad, higiene y comodidad, mientras la economía reúne la simetría, regularidad y sencillez. Es ridículo y estéril adornar los edificios con elementos fantasiosos y costosos, la naturaleza y el sentido común encuentran medios simples y seguros tanto en diseño como construcción. Ya no se quiere “entretener la vista con vacías imágenes”  sino que se buscan las “formas y proporciones…resultantes de las características de los materiales y del uso de los objetos”. Abogaría por los parques autónomos, introduciría el nuevo concepto de movilidad en el mobiliario y llevaría el sistema de pabellones y disposición en bloques a su más pura expresión.

 El legado de Durand  y su gran labor de difusión de las nuevas ideas y métodos inspiraría a  otras grandes figuras como Klenze, Friedrich Gilly, Grantz y Schinkel

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